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lunes, 1 de septiembre de 2008

apellido naranjo




Linaje originario de Asturias, muy antiguo y noble. Su primitivo solar estuvo en el monte Naranco, junto a Oviedo, cuyo nombre debió tomar, convirtiéndolo después en Naranjo. Desde tiempos del rey Fernando III «el Santo» y de la conquista de Sevilla, a la que pasaron desde Asturias, no quedó en aquel principado ninguno de este linaje, hasta que en el año de 1546 volvió a su tierra Suer Naranjo, habitando en la ciudad de Oviedo.


Filiación .

1.0 : Juan Martín Naranjo, nace en España por 1520, muere en Chile.


Soldado español, llega junto a Pedro de Valdivia a Chile, 1548, fue uno de los fundadores de la ciudad de Valdivia.


Registramos 2 hijos:


Mateo Naranjo


Isabel Martín Naranjo, nace en La Imperial, muere en Santiago, 1663, matrimonio con Alonso de Acosta


2.0 : Mateo Naranjo , nace en la ciudad de Santiago, Chile, por 1555, muere en Santiago, Chile, 1634, matrimonio allí con Catalina de Oña.


De oficio herrero, por 1578 fue vecino de la ciudad de Valdivia, año en que recibe 4 pesos de Francisco de Castañeda, Tesorero Real, como pago por la fabricación de una llave, años después, a raíz de la destrucción de esa ciudad por los araucanos huye junto a su mujer e hijos a la ciudad de Santiago, donde instala su fragua.


De su matrimonio registramos 9 hijos:


Bernardo Naranjo de Oña, 1° matrimonio con María de Salamanca y 2° matrimonio con Josefa Serrano., del primer matrimonio registramos a Joana Naranjo Salamanca, nacida en Santiago, 1643, Elena Naranjo, nacida en Santiago, 1647, bautizada en 1649, su padrino fue el Sargento Mayor , Martín de Axpée Bolivar y María de Axpée.


Juan Naranjo de Oña, nace en Santiago, matrimonio con María Campusano, muere en Santiago, por 1696, hija de Juan de Campusano y María Magdalena de Palomino.


Ventura Naranjo de Oña


Gregorio Naranjo de Oña


Pedro Naranjo de Oña


Pablo Naranjo de Oña


Baltazar Naranjo de Oña


Catalina Naranjo de Oña


Diego Naranjo de Oña, matrimonio con Leonor Garrido.



Cabe al respecto aclarar, en el caso de estar interesado en recibir la información relacionada con su apellido, que ésta información puede o no coincidir con la rama genealógica a la que Ud. pertenezca, ya que el estudio abarca desde los orígenes del apellido en Chile, tratando de seguir la genealogía hasta el siglo XX, pero ha de tener en cuenta que de un apellido se originan varias ramas a la vez


Si está interesado, por favor responder el presente e-mail, solicitando claramente el apellido que desea, el cual cotizaremos.


Aprovechamos la oportunidad para informarle, que continuamente se va actualizando la información producto de más estudios, por lo tanto es posible que con el tiempo la información por Ud. adquirida se vea modificada, y de querer actualizarla Ud. sólo deberá cancelar el diferencial.




lunes, 25 de agosto de 2008

Origen de mi Apellido.


Es la misma leyenda en que algunos tratadistas y antiguas crónicas fundan el origen del apellido Escudero (véase información de este linaje), fundan también diversos autores el origen del apellido Espinosa, volviendo a desempolvar el fabuloso complot que la condesa Dña. Sancha o Dña. Oña, madre del Conde Soberano de Castilla, Sancho García, tramó contra su hijo, al que quiso envenenar durante un festín, instigada por Almanzor, de quien la condesa (viuda del Conde Garcí Fernández) se había enamorado ciegamente, cuando el caudillo musulmán, amigo entonces del Conde Sancho García, fue huésped en Burgos. Los siniestros planes de Dña Oña fueron descubiertos, según unas versiones, por un escudero que luego fue el fundador del linaje Escudero, y según otras, por Sancho Peláez, y el Mayordomo del Conde Sancho García, a quien este recompensó, instituyendo en 1013, la Guardia de los Monteros de Espinosa, concediendo a su citado Mayordomo Sancho Peláez, natural de Espinosa, el honor de que el y otros vecinos de dicho pueblo, guardasen de noche la persona del Conde, privilegio que en sucesivos años continuó en los naturales de Espinosa, para seguir guardando de igual manera la persona real. Los mantenedores de esa leyenda, como base de origen del apellido Espinosa, añaden que el repetido Mayordomo Sancho Peláez, comenzó a apellidarse desde entonces Sancho Espinosa, apellido que transmitió a sus sucesores y que estos continuaron difundiendo por España. Pero se nos ocurre preguntar, ¿Cabe admitir esa información y origen del apellido que nos ocupa con el solo testimonio de una leyenda que ya aparece distinta y adulterada en las versiones que de ella conservó la tradición?. Tales aventuras de la madre del Conde Sancho García, su pasión amorosa por el moro Almanzor, su intento de asesinar a su hijo y la salvación de este, por su fiel Mayordomo, invadieron el campo de la poesía y las hizo populares el genio de nuestro gran poeta D. José Zorrilla, pero no lograron penetrar en el campo de la historia, habiendo sido negadas rotundamente por Ambrosio Morales, Yepes, Mondejar y otros historiadores autorizados. Hay mas: La Villa de Espinosa de los Monteros no tenía el nombre de Espinosa en los tiempos del Conde Sancho García. Acaso aún fuera entonces la antigua Monagro de los Cantabros, Sancho García murió en 1.022 y hasta unos cincuenta años después en que fue reedificada por el Rey D. Alfonso VI, y la llamó Espinosa, por los muchos espinos que allí había, no tuvo el nombre. Así lo dice la historia, y si la historia no se equivoca, mal pudo Sancho Peláez, tomar el apellido Espinosa del nombre de una villa que no tenía entonces tal nombre. Cuando pasados los años se llamó Espinosa el citado pueblo, agregó su segundo nombre de los Monteros, instituidos por el Conde Sancho García, para guardar de noche su persona, y que, por haber transmitido esta costumbre a los Reyes de Castilla, la continuaron ejerciendo al través de los siglos y sin interrupción los hidalgos nacidos en aquella villa. Se deduce de todo lo que antecede, que nada se consigue para esclarecer el origen del linaje Espinosa con utilizar una leyenda que solo merece ser reproducida a titulo de curiosidad, y conviene tener en cuenta que el apellido que nos ocupa, muy difundido por España desde tiempos antiguos, tuvo en diversas regiones solares de origen distinto, sin vinculo de procedencia, ni de parentesco entre ellos. Espinosa es apellido de Lugar. Sus diversas casas, creadas en los varios lugares y villas que en España se denominan Espinosa, tomaron el nombre del lugar en que radicaron, y de ahi la formación y existencia de las muchas familias que, aun ostentando un mismo apellido, proceden de solar y tronco distinto. Probó su nobleza numerosas veces en la Orden de Santiago y en las de Calatrava y Carlos III. Hay que citar a D. Gaspar de Espinosa, conquistador que tomó parte en la fundación de Panamá y que ayudó económicamente a Pizarro y Almagro para la conquista del Perú. También a D. Fernando Espinosa Maldonado, creado Conde del Águila en 1.729; a D. Félix Antonio Espinosa de los Monteros, Marqués de Monte Olivar en 1.762; D. Jerónimo Espinosa de Contreras, Conde de Gabacao, en 1.764, D. Santiago Espinosa de los Monteros, creado Barón del solar de Espinosa, en 1.791.

Heraldica.


La heráldica es la ciencia del blasón, es decir el estudio de las armerías (o armas). Es también un campo de expresión artística, un elemento del derecho medieval y de las dinastías reales hasta nuestros días. Más recientemente, ha sido admitida dentro de las ciencias anexas de la historia junto con la sigilografía, la vexilología, la falerística y la diplomática.
La heráldica se desarrolló en la
Edad Media en toda Europa como un sistema coherente de identificación, no solamente de personas, sino también como parte de lineajes (el blasón pudiendo ser transmitido por herencia, traduciendo el grado de parentesco) y de colectivos humanos, además de ser un sistema emblemático único en un tiempo en el que el reconocimiento y la identificación pasaba raramente por un documento escrito.
Aparecida en el
Siglo XII al seno de los miembros masculinos de la aristocracia, fue rápidamente difundida en el conjunto de la sociedad occidental: mujeres, clérigos, aldeanos, burgueses y comunidades. En consecuencia, han servido también para representar ciudades, regiones, países, y corporaciones de profesiones.